Una bomba atómica estuvo a punto de detonar en Carolina del Norte en 1961, tres días después de la asunción de John F. Kennedy, según confirman documentos estadounidenses desclasificados.
Todo comenzó cuando el avión B-52, que trasladaba dos bombas atómicas, sufrió un accidente el 23 de enero de ese año y dejó caer los artefactos explosivos de cuatro megatones, comenzando así el proceso de detonación.
Los documentos fueron dados a conocer por el periódico británico The Guardian.
Aunque el gobierno de Estados Unidos ha reconocido anteriormente que se produjo ese accidente, nunca hizo público lo cerca que el artefacto estuvo de ser detonado.
Los documentos fueron obtenidos por el periodista Eric Schlosser, quien dijo a la BBC que una explosión de esa naturaleza hubiese "literalmente cambiado el curso de la historia", ya que las bombas eran 260 veces más poderosas que las de Hiroshima y Nagasaki.
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